Cuando yo era joven estaba muy malo con el aprendizaje de los idiomas extranjeros, abrochando por los pelos la media cada año. Ese mismo empeorado cuando entré en el liceo, porque estaba en un estudio científico. Por fin, acabo con una media de 7 al baccaleaurat. Los cursos en la escuela de comercio eran mejor en lo que los profesores eran todos originarios de un país anglófono y la pedagogía más eficiente. No obstante mi nivel no habría estado suficiente para llevar en Erasmus si yo había debido tomar el TOEIC. Felizmente, por el último año, el examen no estaba pedido. Mi aprendizaje del inglés realmente empiezo con mi año de intercambio en Inglaterra (Aston University, Birmingham). Poco a poco ha encontró una estrategia de aprendizaje que me conviene: mucha lectura. No he hecho gramática a todo. A través de mis lecturas he ganado un vocabulario más rico y una mejor comprensión de la sintaxis inglesa. Yo me he sentido muy rápidamente confortable con la comprensión escrita y la redacción, pero tenía siempre dificultad con la expresión oral. Ese vino con una práctica regular del inglés con la gente y, sobre todo, gracias a todas las películas y las series que he visto en versión original. El tercer año en Francia con los cursos en ingles fortaleció el trabajo empiezo el año antes.
Pero la cosa que me ha permitido pasar al nivel superior es el examen del GMAT (Graduate Management Admission Test). En efecto, la partida verbal necesito una comprensión perfecto del registro académico y una maestría de la reglas de gramática según el SWAE (Standard American Written English). Desde, puedo ser que estoy mucho más confortable escribir en Ingles que en Francés en los temas académicos.
El aprendizaje del español está un poco más caótico. A pesar de un relativamente buen nivel cuando era joven gracias a las vacaciones en España, mi nivel ha empeorado de año en año a causa de mi débil implicación. Sin embargo, cuento con mi metodología y la experiencia en Santander para recobrar el tiempo perdido.